No obstante, jefe de misión de observadores del organismo panamericano consideró como problemas en sistema electoral que mesas estén formadas por representantes de los partidos y que éstos distribuyan tarjetas de identidad. El jefe de la misión de Observación electoral de la Organización de Estados Americanos (OEA) en las elecciones primarias de Honduras, Enrique Correa, dijo que no ve indicios de que haya ningún fraude masivo en preparación. No obstante, señaló dos problemas en el sistema electoral: "que las mesas están formadas únicamente por representantes de los partidos y que los partidos distribuyan las tarjetas de identidad de los votantes". Y es que en Honduras, los partidos intervienen ante el Registro Nacional de las Personas (RNP) para solicitar y recibir tarjetas de identidad como práctica habitual. Pero para Correa, "esa práctica no es legal y la OEA pide que se prohíba expresamente para reafirmar el principio básico de que el hecho de que miles de tarjetas de identidad queden libradas al manejo de los partidos políticos es una completa anomalía". El subdirector técnico del Registro Nacional de la Personas, Gerardo Martínez, afirmó el miércoles que alrededor de 300,000 tarjetas de identidad habían sido entregadas a diversos movimientos políticos. El Ministerio Público decomisó 2,500 en una de las sedes de campaña del movimiento Azules Unidos, del Partido Nacional.
La OEA ha destinado al país una misión integrada por 35 observadores provenientes de 16 Estados miembros y 1 país observador de la OEA —Argentina, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, España, Estados Unidos, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela— y se instalará en 11 departamentos.
Los precandidatos del Partido Nacional, el alcalde capitalino Ricardo Alvarez y Miguel Pastor, han denunciado maniobras por parte su principal rival , también compañero de partido y presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández, para manipular la votación a través del control de cédulas de identidad.
El magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Enrique Ortez, afirmó que "el proceso está garantizado" y que el organismo dará los resultados "de una forma expedita, posiblemente dos horas después de que haya terminado el proceso de elección o en el mismo cierre de las urnas".
El jefe de la misión de observadores Enrique Correa ha dicho que "no es una elección cualquiera" la que se celebrará el domingo, sino "la conclusión de un camino muy difícil buscando la normalidad democrática de Honduras y su reinserción con legitimidad en el sistema interamericano".
Correa afirmó que "la reintegración del expresidente Zelaya al proceso electoral representa un cambio muy positivo para Honduras" y expresó su confianza en que el proceso "se desarrollará con normalidad, habrá un conteo rápido y podemos esperar que el resultado del domingo sea aceptado por todos los candidatos" porque, añadió, "son muchos los actores interesados en que así sea, que saben que esta elección está siendo observada por todo el mundo".
Los hondureños elegirán a los candidatos presidenciales, a alcaldes y diputados de los tres partidos políticos más importantes del país tras una campaña electoral que ha supuesto el retorno al juego político y electoral de los partidarios de Zelaya, candidato a diputado por el departamento de Olancho y que hace campaña por su esposa Xiomara Castro , precandidata del partido Libertad y Refundación (Libre).
Las elecciones "certificarán la muerte del bipartidismo en Honduras", afirma Zelaya, principal impulsor y artífice de la campaña presidencial de su esposa. Incluso conduce el vehículo desde el cual ella saluda a sus partidarios.
Las elecciones primarias están diseñadas para que todos los partidos que así lo deseen puedan someter a la aprobación popular sus candidaturas a presidente, diputados y alcaldes.
Zelaya, coordinador del partido Libre, se muestra satisfecho con su reinserción al sistema político hondureño.
"El partido está siendo reconocido por el Estado y eso es un buen inicio. Este partido es parte del Acuerdo de Cartagena . Honduras regresaba a la OEA y yo regresaba a Honduras para constituirlo", dice Zelaya.
El Acuerdo de Cartagena fue firmado entre el derrocado mandatario y el presidente Porfirio Lobo en mayo de 2011 y selló el regreso de Zelaya a al país.
Zelaya define Libre como "un partido político de izquierda, basado en el socialismo democrático pero que acepta personas de derecha y de centro con la condición de que asuman la no-violencia y estén posicionadas contra el golpismo, la oligarquía, el capitalismo salvaje y el imperialismo".
Xiomara Castro anunció durante un mitin que "el primer punto de nuestro plan de gobierno será, el mismo día que llegue a la Presidencia de Honduras convocar una Asamblea Nacional Constituyente que nos permita refundar el país". Su marido fue derrocado para evitar la celebración, precisamente, de ese organismo constituyente.
"La derecha de Honduras tiene un auténtico delirio con mi supuesto 'chavismo' (seguidor del presidente venezolano Hugo Chávez) mientras quien interviene continuamente en nuestros asuntos internos es Estados Unidos", afirma Zelaya.
David Romero, estratega de la campaña de Xiomara Castro, afirma que las primarias son "nuestra mejor oportunidad de tener una proyección de los votos que podemos obtener, un golpe psicológico a nuestros rivales, una manera de decirles que estamos aquí y cuanto apoyo tenemos".
Xiomara Castro y los partidarios de Libre han tenido una presencia prácticamente nula en los medios. Juliette Handal , una conocida empresaria del sector farmacéutico, antigua Presidenta del Consejo Hondureño de la Empresa Privada y ex Ministra de Finanzas del Partido Nacional que ha aceptado ser la compañera de fórmula de Xiomara Castro tras rechazar ofertas de "todos los partidos" se queja, sobre todo "de la censura mediática, de que la campaña de Libre y la figura de Xiomara Castro han sido ignoradas sistemáticamente por los medios de comunicación".