Antes del gol de Thiago Silva, a Pep Guardiola se le veía desesperado al lado del banquillo. Gesticulaba fuera de sí. Abroncaba a Villa por regalar una pelota en el centro del campo, imitaba la desgana de Sergio Busquets que provocó un contragolpe peligroso del Milan y, además, no sabía donde meterse cuando descubrió que en el tiempo añadido se permitía un córner, el escenario soñado por el equipo de Allegri. «Se nos ha quedado cara de tontos», confesó Alves, todavía en el césped. «Es un resultado decepcionante, pero no es injusto. En la jugada del segundo gol no hemos estado bien. La lesión de Andrés es la peor noticia», subrayó un autocrítico Valdés. Lesionado 8 Iniesta se rompió ayer tras un cambio de ritmo en la segunda parte ante el Milan. JORDI COTRINA. Mientras los italianos todavía no se lo creían -«¿Suerte?, no, suerte no ha sido. Ha sido muchísima suerte», admitió un realista Adriano Galliani, el vicepresidente del Milan-, Guardiola se torturaba por la desidia del Barça. En cuatro días había tropezado en la misma piedra. Primero en Anoeta, luego en el Camp Nou. «El Barça sigue siendo el equipo más fuerte del mundo, pero a veces también puede empatar», sostenía Allegri, el técnico del equipo italiano. Desajustes Guardiola, entretanto, lo tenía claro. «Los pequeños detalles marcan los partidos». Un pequeño detalle es tener «un desajuste» en el gol de Pato. Mascherano salió tarde a la presión, Keita estaba desubicado y Busquets, más lento que el brasileño, solo pudo acompañarle en su ruta hacia Valdés. «El minuto uno y el 92 es parte del partido», recalcó el técnico azulgrana. Era, por si alguien, «Hay cosas que debemos mejorar, en el córner Abidal tenía las piernas muy cargadas», añadió luego un quejoso Guardiola.
No por el juego del equipo. «No le dejamos pasar del medio campo, el resultado es lo que es. Lo que diga después de empatar sonará a excusa. Sabíamos que el Milan es un señor equipo. Si la gente está preocupada, la despreocuparemos», afirmó el entrenador. «Ellos no necesitan muchas cosas para hacer goles, así han ganado cuatro Mundiales, así tienen siete Champions». Por todas esas razones, el mensaje de Guardiola fue aún más contundente: «Tenemos que trabajar todavía un poco más. Tengo una percepción y es que en el deporte todo cuesta. Veníamos de dos títulos muy recientes, todos muy satisfechos...». No lo dijo, pero se le entendió que esa corriente de relajación pudo haberle costado muy caro. «Al menos no perdimos el partido, ha sido un más que aceptable partido».
«Un poco tristones»
En una sola noche, el Barça perdió a Iniesta («es una muy mala noticia», dijo Guardiola), recuperó a Puyol («su vuelta es una gran noticia», afirmó) y, además, se ha vuelto a dejar empatar un partido.«Estamos un poco tristones, pero estas cosas pueden pasar. Venimos de donde venimos, con la panza llena», añadió luego el técnico. «Yo no dudo de estos jugadores, es imposible. Pero debemos volver a hacerlo».
