Estudios de organismos internacionales destacan la disposición de funcionarios y empleados aduaneros para aceptar pagos de coimas o mordidas. El gobierno hondureño dejó de percibir durante 2012 entre 2,000 y 2,250 millones de lempiras en impuestos por el pago de sobornos en las aduanas del país. En términos nominales, por cada lempira a recaudar se perdió entre 15 y 20 centavos, en promedio. Lo anterior es la conclusión más importante contenida en los resúmenes ejecutivos de dos extensos estudios de organismos internacionales. EL HERALDO tuvo acceso a los citados documentos, los que fueron facilitados bajo la condición de no revelar las fuentes porque están en proceso de cierre. La investigación comprende Centroamérica y uno de los aspectos claves del trabajo es la corrupción en el sistema aduanero de la región. Por estar en proceso de conclusión los estudios, los organismos pidieron verificar algunos hallazgos en las aduanas, seleccionándose Toncontín, en donde un equipo de EL HERALDO constató el pago de mordidas y coimas a funcionarios y empleados aduaneros. Como parte del trabajo de investigación de este rotativo se obtuvieron grabaciones de conversaciones entre funcionarios y agentes aduaneros negociando el pago de sobornos para facilitar el desaduanaje de mercaderías. También se logró detectar algunos lugares en la capital en donde descargaban mercaderías que tienen como domicilio fiscal ciudades del interior del país. También se pudo conseguir una serie de copias de pólizas, declaraciones únicas aduaneras, recibos de pagos en instituciones bancarias y otros documentos que ponen al descubierto las irregularidades encontradas en los estudios. Este medio de comunicación denunció en febrero de 2010 que en los predios de las aduanas terrestres los denominados “duty free” o tiendas libres, en contubernio con empleados y funcionarios aduaneros, estaban ligados al contrabando de alcoholes, cigarrillos, electrodomésticos, prendas de vestir, entre otros objetos. Lo anterior provocó que el exdirector de Ingresos, José Oswaldo Guillén, autorizará el cierre de las 37 tiendas libres que operaban en la aduanas y en centros comerciales después de comprobarse la participación de estos negocios en el comercio ilegal de productos exclusivos para extranjeros. Sobornos De acuerdo con los hallazgos preliminares de uno de los estudios, en Honduras hay dos causas que propician la evasión en las aduanas: la disposición de los empleados y funcionarios a permitir el fraude (45%) y la falta de controles administrativos (42%). El estudio contiene una encuesta entre usuarios del sistema aduanero hondureño, quienes concluyen que la existencia de tráfico de influencias en las aduanas del cual se benefician muchas empresas motiva a las demás a formar parte de ese círculo para no quedarse al margen de los beneficios. Los encuestados consideraron que las empresas de transporte también son facilitadoras de la evasión fiscal. No obstante, uno de los hallazgos más importantes de los estudios es que la impunidad ante la ley es una causa poderosa de la corrupción en las aduanas. “Es sabido que en Honduras es frecuente la práctica de pagar comisiones a empleados de aduanas para aligerar los trámites de despacho de mercancías”, sostiene uno de los informes. Estas prácticas no solo son una fuente de corrupción, sino que constituyen un incentivo fuerte para crear climas propicios a la evasión y para generar reticencias a la modernización aduanera. Fracaso El gobierno anunció, a finales del año pasado, una serie de acciones para combatir la corrupción y la evasión en las aduanas de Honduras. Se anunció la creación de un comando estratégico conformado por funcionarios de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) y de la Dirección Nacional de Servicios Especiales de Investigación (DNSEI). Asimismo, un plan de intervención en las aduanas de Puerto Cortés, La Mesa y Toncontín, por donde se mueve el 30, 18 y 16%, respectivamente, del comercio de mercaderías. Para eso, la DEI disponía de un diagnóstico de cada una de ellas para destinar un número de auditores especializados para mejorar las recaudaciones. Sin embargo, las medidas anunciadas resultaron un fracaso porque en las aduanas del país se continúan poniendo tarifas para el ingreso de mercaderías subvaluadas. Los sobornos o mordidas van desde 5,000 hasta 100,000 lempiras por operación. El equipo de investigación de EL HERALDO conoció de importadores y agentes aduaneros que 5,000 lempiras es la coima por la introducción fraudulenta de un vehículo usado, mientras que 100,000 lempiras se reparten por el desaduanaje de un contenedor de 40 pies conteniendo prendas de vestir y otros artículos personales procedentes de Panamá o México.
