San Pedro Sula, Honduras:- Indignado por el trago amargo que le dejó el fallo de la Corte Suprema de Justicia, que declaró inconstitucional la reforma de la Ley del Impuesto Sobre la Renta, el presidente Porfirio Lobo les juró ayer a los empresarios: “Les voy a revisar hasta los calcetines”.A principios del mes pasado, la Corte declaró ilegal el cobro del 1% de la Ley del Impuesto sobre la Renta.Con este fallo, el Gobierno tendrá que devolverles 1,650 millones de lempiras a las empresas que ya habían pagado ese dinero. Según el gobernante, al faltar estos recursos en el Presupuesto General, automáticamente el Poder Judicial deja de percibir unos 50 millones de lempiras, ya que por ley les corresponde el 3% del presupuesto.Hasta los calcetinesEn represalia, el mandatario advirtió que ejercerá mayor control sobre las obligaciones económicas de la empresa privada.
“El 1% lo tengo que devolver, pero sí les garantizo y les juro lo siguiente… que les voy a revisar hasta los calcetines porque van a estar arrepentidos de estar puyando tanto para que se declarara inconstitucional esa ley”, amenazó el gobernante.El dignatario se refirió en estos términos en esta ciudad, donde participó en el foro “Construyendo comunidades más seguras”. Lobo Sosa afirmó que la tasa del 1% “era tan importante para nosotros… nadie va a creer que una empresa esté reportando pérdidas de cuatro a diez años. Lógicamente allí hay algo raro”. Señaló que el Gobierno está trabajando con un equipo especial para controlar la evasión y la defraudación fiscal.Trajo a luz el sonado escándalo del arrozazo, que puso en evidencia las irregularidades dentro del Gobierno. “Se habla de que en 2011 entraron cuatro mil toneladas de arroz oro. No hay rastro en la Portuaria ni en la DEI (Dirección Ejecutiva de Ingresos) y salieron 500 rastras de ese arroz, pero nadie las vio”, aseveró.Lobo está agobiadoEl dirigente empresarial Benjamín Bográn manifestó que la declaración de Lobo en San Pedro Sula se debe a que el mandatario se encuentra “agobiado”. “En este momento no tiene dinero ni para cumplir los pagos a los maestros y a los empleados públicos y por otro lado le están reclamando un incremento de alrededor de tres mil lempiras por cada empleado.Creo que con estas situaciones, al ver las finanzas del Estado, definitivamente agobian al señor presidente de la República”. Agregó que en el Gobierno se requiere racionalizar el gasto público, especialmente en lo concerniente a salarios. “Esa es una realidad y el Estado no puede seguir gastando más del 90% de su presupuesto en salarios”.
“El 1% lo tengo que devolver, pero sí les garantizo y les juro lo siguiente… que les voy a revisar hasta los calcetines porque van a estar arrepentidos de estar puyando tanto para que se declarara inconstitucional esa ley”, amenazó el gobernante.El dignatario se refirió en estos términos en esta ciudad, donde participó en el foro “Construyendo comunidades más seguras”. Lobo Sosa afirmó que la tasa del 1% “era tan importante para nosotros… nadie va a creer que una empresa esté reportando pérdidas de cuatro a diez años. Lógicamente allí hay algo raro”. Señaló que el Gobierno está trabajando con un equipo especial para controlar la evasión y la defraudación fiscal.Trajo a luz el sonado escándalo del arrozazo, que puso en evidencia las irregularidades dentro del Gobierno. “Se habla de que en 2011 entraron cuatro mil toneladas de arroz oro. No hay rastro en la Portuaria ni en la DEI (Dirección Ejecutiva de Ingresos) y salieron 500 rastras de ese arroz, pero nadie las vio”, aseveró.Lobo está agobiadoEl dirigente empresarial Benjamín Bográn manifestó que la declaración de Lobo en San Pedro Sula se debe a que el mandatario se encuentra “agobiado”. “En este momento no tiene dinero ni para cumplir los pagos a los maestros y a los empleados públicos y por otro lado le están reclamando un incremento de alrededor de tres mil lempiras por cada empleado.Creo que con estas situaciones, al ver las finanzas del Estado, definitivamente agobian al señor presidente de la República”. Agregó que en el Gobierno se requiere racionalizar el gasto público, especialmente en lo concerniente a salarios. “Esa es una realidad y el Estado no puede seguir gastando más del 90% de su presupuesto en salarios”.