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MEXICO.- El presidente Felipe Calderón dijo que le preocupa un alto número, aunque no determinado, de personas desaparecidas en los últimos años en medio de la violencia atribuida al narcotráfico y el crimen organizado.

Al inaugurar las instalaciones de la recién creada Procuraduría Social de Atención a Víctimas del Delito, que busca atender a los afectados por la violencia, el mandatario dijo que una de las tareas de la fiscalía será precisamente apoyar en la búsqueda de los desaparecidos.

"Tengo la preocupación de que el número de personas desaparecidas es muy alto en el país, y que mucha de esa información está dispersa en las distintas instancias, sobre todo, de carácter local, que es donde la gente va a denunciar, a pedir información, y no sabemos el tamaño de este problema", dijo Calderón.

En una visita en septiembre al país, el relator para México de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Rodrigo Escobar, refirió que había recibido un reporte sobre más de 5.000 denuncias de desapariciones.

Escobar refirió que las denuncias habían sido presentadas ante la Comisión Nacional de Derechos humanos y advirtió que también recibió reportes de un aumento de desaparición forzada, aunque no se tienen datos específicos sobre la comisión de ese delito. La diferencia es que en las desapariciones forzadas la responsabilidad recae sobre agentes estatales o grupos que actúan con su autorización.

El gobierno federal creó la nueva procuraduría, conocida como Províctima, luego de encuentros que sostuvo con miembros de la sociedad civil, entre ellos un movimiento encabezado por el poeta Javier Sicilia, quien desaprobó la iniciativa de crear esta fiscalía por considerar que lo que se requiere es una comisión de la verdad por parte del Poder Legislativo.

Diversas zonas de México viven desde hace algunos años la violencia del narcotráfico y el crimen organizado, que se ha traducido en más de 35.000 muertos desde diciembre del 2006, cuando el recién juramentado presidente Calderón anunció una ofensiva contra el narcotráfico, aunque algunos grupos consideran que la cifra supera las 40.000 víctimas.